Un texto inédito del poeta maldito, escrito cuando tenía 16 años, fue descubierto recientemente en un diario de la ciudad francesa de Charleville-Mézières. El artículo demuestra las aspiraciones periodísticas del poeta, mucho antes de escribir los libros incendiarios que ayudaron a cambiar el rumbo de la poesía contemporánea.
El cineasta Patrick Taliercio preparaba un documental sobre el Arthur Rimbaud cuando encontró el artículo desconocido en un ejemplar del periódico Le Progrès des Ardennes de 1870. El sueño de Bismarck es el título de este texto que firmó bajo el seudónimo Jean Baudry. En él, el joven escritor deja ver su vena patriótica explayándose sobre la guerra entre la Francia de Napoleón III y la Prusia de Bismark, que terminó con una victoria germana en la que se anexionaron las provincias de Alsacia y Lorena.
A lo largo de la primavera y verano de 1870, Rimbaud había enviado, en vano, varios poemas a periódicos de provincias. Hasta que el director de Le Progrès des Ardennes le respondió de manera tajante: “¡No me envíe más poemas! ¡Irán todos a la papelera! Si acaso, envíeme algo de actualidad. Veré si lo publico”.
Interrogado por el diario Le Figaro, Jean-Jacques Lefrère, gran especialista del poeta, confirmó el descubrimiento. "Es un bello texto metafórico,v muy controlado", dijo. Agregó además que el descubrimiento "hace renacer la esperanza de encontrar, en otros ejemplares del diario, otros textos del poeta".
Sabemos, por las cartas de Rimbaud a su amigo Delahaye, que el poeta siempre soñó con el periodismo, pero lamentablemente las tropas prusianas frustraron sus planes hundiendo a cañonazos el único periódico donde llegó a publicar. De ahí la importancia simbólica del artículo recuperado ya que Le Progrès des Ardennes no volvió a publicarse jamás. El azar nos descubre la diminuta joya preciosa de un inédito de Rimbaud. Si bien no modifica nuestra visión de su obra, matiza varios puntos importantes de su biografía y nos demuestra como los clásicos de la literatura, invulnerables al paso del tiempo, siguen sorprendiéndonos.
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